El archivero metálico en una oficina se pueden convertir en el mejor amigo de quienes allí trabajan y no porque sea muy amigable sino porque ayuda a organizar y sin él, definitivamente la oficina se convertiría en un completo caos. Este aliado del oficinista tienen muchas funciones y pueden hacerle la vida mucho más fácil. Sigue leyendo y conoce cuáles son las partes de un archivero metálico.
En primer lugar encontramos los gabinetes, son cajas profundas y largas que se insertan a la estructura. Están sujetas al archivero con unos rieles corredizos que hacen que se pueda sacar y meter el gabinete con mucha facilidad. En estos es que se puede almacenar los papeles o lo que queramos guardar. Frecuentemente estos gabinetes poseen adentro otro riel pero más pequeño, de donde se cuelga un acordeón de plástico o de metal, así se posibilita poder clasificar los papeles según las categorías que te sean útiles (alfabeto, cédula, nombre, etc). Estos gabinetes también poseen normalmente una etiqueta en la parte de adelante para identificar la categoría mayor (expedientes de la a-h, contratos, etc), y además posee cada uno de ellos una manilla para que se pueda abrir y cerrar cómodamente.
Hay peldaños en el archivero metálico cuando finaliza cada gabinete que hace el soporte de estos mismos y a la vez los separa.
También encontramos en su estructura una base que es la que la mantiene, además tiene un techo y unos laterales, esto le da forma de rectángulo. También encontramos las patas que son las que logran que el archivero metálico se mantenga en equilibrio.
El archivero metálico es alto la mayoría del tiempo y se encuentra en una infinita cantidad de colores. Puede elegir cuántos gabinetes quieres que tenga el tuyo dependiendo de la necesidad que tenga tu oficina.
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